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Mostrando las entradas de diciembre 26, 2010
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FELIZ NUEVO AÑO PARA TODOS

EMPEZAMOS EL 2011 CON...

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NOVELAS Fiel a sí misma (Danielle Steel) Colinas negras (Nora Roberts) Ojos de fuego (Stephen King) – Reedición Scott Pilgrim su vida y sus cosas - 1 (Bryan Lee O´Malley) Scott Pilgrim contra el mundo - 2 (Bryan Lee O`Malley) SUPERACION No tienes nada que perder (Osho) Amor: Selección de citas (Paulo Coelho) VARIOS Yo no vengo a decir un discurso (Gabriel García Márquez) Historia social de la literatura y el arte: Desde el Rococó hasta la época del cine- Tomo II (Arnold Hauser) Wonderful World: La Guerra en Irak, la crisis económica europea, el calentamiento global… O por qué hoy el mundo está mejor que nunca (Guy Sorman) ¿Qué piensan los que no piensan como yo?: 10 controversias éticas (Diana Cohen Agrest )

Se acerca el 2011

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No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante. También es obvio que quien cultiva la tierra no se para impaciente frente a la semilla sembrada y grita con todas sus fuerzas: "¡Crece, maldita seas!". Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes. Siembras la semilla, la abonas y te ocupas de regarla constantemente. Durante los primeros meses no sucede nada, al menos apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla...durante los siete primeros años, a tal punto que un cultivador inexperto estará convencido de haber comprado semillas estériles. Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas...la planta de bambú crece ¡más de 30 metros!. ¿Tarda sólo seis semanas en crecer? La respuesta es no: se toma siete años para crecer y seis semanas para desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú genera

"La última canción" (Andrés Mazzitelli)

Les acercamos un cuento del artista local Andrés Mazzitelli , obra premiada con el Premio Literario en 1998 . LA ULTIMA CANCION Sucedió algunas años después de la extinción del líquido corrector. Los defensores del entorno ecológico se estaban tomando un respiro: el consumo de papel había descendido casi a la mitad, toda vez que los libros se habían convertido en bites fulgurando de un lado a otro del planeta a través de una maraña de túneles de fibra óptica. Por entonces, el consorcio japonés SUSHUBA anunció, con la característica sobriedad nipona, la puesta en marcha de su último juguete: la TRILLON JAL 900, una sofisticada calculadora capaz de funcionar también como archivo. El corazón del sistema era el chip B-28, un circuito integrado en forma de oblea dc 30 centímetros de lado, enfriado en una cuba de nitrógeno líquido a decenas de grados bajo cero. La máquina estaba vendida de antemano. Fue instalada en París, en el Museo Universal de la