Entre los TRES ARROYOS: el molino eólico de Claromecó

Mitos y verdades del molino eólico



La producción máxima se alcanza con vientos de 50 kilómetros por hora. En condiciones ideales, puede abastecer a toda la localidad en invierno y al 25 por ciento en períodos de mayor consumo en verano. Pero no es sencillo que ocurra porque intervienen distintas variables. No autogenera energía y para realizar su aporte requiere el funcionamiento de la red troncal


Desde hace diez años, Claromecó cuenta con el aerogenerador Negmicon, de origen danés y con 750 KW de potencia. El "gigante eólico" ubicado en cercanías de la ruta 73 y poco antes del acceso a la localidad concentra por sus características la mirada de los turistas.


Las apreciaciones sobre su funcionamiento no siempre guardan relación con las posibilidades técnicas y dan lugar a expresiones a veces reiteradas, que ponen de manifiesto más interrogantes que certezas sobre la contribución real de la energía eólica a la localidad.


Una conversación con César Fuente, responsable técnico de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Claromecó, y el análisis de aspectos puntuales, permiten derribar mitos que tuvieron su origen cuando las palas del aerogenerador comenzaron a girar en enero de 1999. La constancia y uniformidad del viento tienen una incidencia central al contemplar el recurso eólico disponible. Fuente explicó que el molino inicia la generación con un viento de 3 metros sobre segundo (alrededor de 10 kilómetros por hora) y el máximo es de 25 metros sobre segundo. "Superada esa velocidad, sale de servicio. Pero esto pasó en ocasiones muy contadas, en algún temporal", indicó. El rendimiento máximo, correspondiente a 750 KW, se obtiene con una velocidad de 16 metros sobre segundo (unos 50 kilómetros por hora). "Según la época del año, se puede cubrir la demanda completa de Claromecó -puntualizó-. En plena temporada, en horario pico, hasta el 25 por ciento. Estamos hablando en todos los casos de producción máxima, se tienen que dar las condiciones de velocidad del viento y de demanda, pasa pocas veces porque hay muchas variables en juego".
También mencionó que "por momentos, durante el invierno, hay un excedente de energía que se vende. La absorben el resto de las cooperativas que comparten la red troncal, de San Francisco de Bellocq y Orense. Además está incluído Reta a través de San Francisco de Bellocq".


Cuando se produce un corte en el suministro, en más de una ocasión los usuarios se preguntan y plantean en voz alta "¿para qué está el molino eólico?". La respuesta es clara: si la red troncal sale de servicio, también queda fuera de funcionamiento esta máquina. Los motivos fueron descriptos por el responsable técnico. "No autogenera energía por sus características constructivas -observó-. Consta de dos generadores del tipo asincrónico, necesitan un punto de referencia, se alimentan de la red troncal para producir energía eléctrica". Sin embargo, hubo un beneficio técnico que adquirió relevancia en las últimas temporadas. La red troncal, que en pocos meses será reemplazada, cumplió su vida útil y está cerca del colapso; la generación por intermedio del molino implicó un alivio y descomprimió al menos parcialmente esta situación; "la contribución es positiva para evitar caídas de tensión y reducir las posibilidades de salidas de servicio", sostuvo.


Cabe recordar que la cooperativa invirtió la década pasada aproximadamente un millón de dólares por este gran dispositivo, la subestación y la red de media tensión.

Mantenimiento
La empresa Vestas S.A. es representante de Negmicon en Argentina y tiene a su cargo el mantenimiento preventivo del molino, que de no surgir dificultades se efectúa cada seis meses. "Los trabajos correctivos de gran envergadura también los concreta Vestas S.A.", manifestó Fuente. En tanto, en las pequeñas reparaciones toma intervención personal de la cooperativa, así como en otras tareas que se deben cumplir para garantizar un adecuado desempeño. Sobre esta labor, dijo finalmente que "tengo que destacar que han estudiado, se interesaron, conocen a la perfección el manual y están en contacto con la empresa".
(La Voz del Pueblo, 26 de febrero de 2007)


Desde el 16 de enero de 1999 funciona en Claromecó el molino eólico construido por la firma Neg Micon y que es controlado satelitalmente desde Dinamarca. Su aspecto monumental se puede traducir en números de la siguiente manera: mide 46 metros de altura sin contar las aspas, las cuales tienen una longitud de 24 metros. Sumando estas extensiones, tenemos que el molino alcanza una altura de 70 metros cuando una de sus aspas apunta verticalmente al cielo. El cuerpo pesa 37 toneladas, el generador ubicado en su extremo 23 y la hélice 3 toneladas.


Llegar hasta su base para verlo en funcionamiento y oír cortar el viento con sus gigantescas aspas se ha transformado en otro de los atractivos turísticos del balneario.

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