"Salvo el crepúsculo" (Julio Cortázar)

Otro libro imprescindible, "Salvo el crepúsculo" de Julio Cortázar .- Su último libro publicado en vida..- Es un collage inagotable : Homenajea a poetas y poesías, va y viene en el tiempo, se entrega al tango, al jazz, a la pintura, al amor, a París, a Buenos Aires, a la ingenuidad, a la melancolía.- 

Cómo leer Salvo el crepúsculo

 Salvo el crepúsculo es uno de los versos de un haiku del japonés Matsuo Bashoo (1644-1684) en la traducción de Octavio Paz: 
«Este camino 
 ya nadie lo recorre 
 salvo el crepúsculo».
«Lo mejor: no empezar, arrimarse por donde se pueda», sugiere Julio Cortázar en el primer texto del libro. Aceptamos  su consejo, y fuimos a «Para leer en forma interrogativa», “El niño bueno”   el penúltimo poema de «De edades y tiempos», la segunda parte del libro, un poema de amor que es a la vez una definición de su poética.-
En el próximo encuentro : a retroceder hasta «Para escuchar con audífonos», un texto que nos permitirá entender la voz del poeta, recuperar su oralidad y disfrutar de su encantamiento. Dice aquí Cortázar: «De alguna manera la poesía es una palabra que se escucha con audífonos invisibles apenas el poema comienza a ejercer su encantamiento».
El camino puede seguir por esos «poemas de bolsillo de rato libre en el café, de avión en plena noche, de hoteles incontables», que encontramos en «Con tango». Tal vez acompañemos su lectura con las versiones grabadas en discos por el Tata Cedrón sobre la música compuesta por Edgardo Cantón (si las condiciones se dan).- Cortázar define a estos poemas como «recuento de amores humillados y recapitulaciones de la desgracia».
 «Preludios y sonetos» es una selección de clásicos, casi un homenaje a la poesía; «Ley del poema» es una declaración de principios: «Somos el ajedrez de un río...» Los sonetos que aquí podemos leer son de exquisita belleza, y de profundo sentimiento. «La obediencia», «El simulacro», «Final», se destacan por sus formas perfectas y su tensión dramática: «...OH amor, la vana entrega del espejo».
 «El nombre innombrable» comienza con el siguiente verso: «Ella tiene el poder de despertar a los muertos». Leemos aquí el «Bolero»: «La lenta máquina del desamor...»
 De ahora en más caminemos  hacia donde se nos  ocurra, sigamos  los consejos del poeta:
«...ninguna cronología, baraja mezclada. La vida: hacer dedo, auto-stop, igual los libros que las carreteras. Ahí viene uno. ¿Nos lleva, nos deja plantados?»
 ¡Sigamos!!!!!!!!!

                                                                             Beatriz Altieri



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