Personas y libros


Personas y libros por Manuel José Forero
Es sorprendente el parecido que tienen algunas cosas. Por ejemplo, las personas y los libros.
Hay libros finos como damas de la corte y libros pesados como señorones antiguos. Algunos ofrecen la obesidad de Enrique VIII y otros la delgadez austera de Don Quijote.
Algunos libros nos convidan por su aspecto exterior a conversar con ellos, del mismo modo que ciertas personas nos atraen con la franqueza de su simpatía. Y no faltan libros que rechazamos espontáneamente, como nos sucede cuando una persona impertinente u orgullosa se coloca delante de nosotros.
Algunos libros nos halagan por el primor de sus pastas y otros nos parecen insignificantes a causa de su sencilla presentación. A veces el interior corresponde a la parte externa, como sucede con algunos prójimos; pero muchas la forma atractiva no corresponde a las cualidades internas.
La figura humilde de ciertos volúmenes nos hace creer que las cosas escritas dentro son de importancia pequeña y de interés escaso. Es evidente que muchas veces erramos en el juicio sobre nuestros semejantes, porque pretendemos juzgar de su inteligencia o sabiduría a través de una modestísima envoltura corporal. Y recibimos agradable sorpresa cuando nos hallamos con una hermosa fisonomía moral escondida o recatada bajo apariencias débiles o precarias.
Libros hay colmados de bondad a nuestros ojos y de hermosura a nuestro corazón. Otros, como tantas personas, cuya compañía de una hora destruye en nosotros la bondad atesorada.
Hay libros de osada apariencia y de audaz fisonomía, que pretenden avasallara nuestro espíritu con su ropaje y galanura. Libros hay que nos hacen soñar estrofas nobles y puras, que nos levantan como si fueren dos alas poderosas y nos llevan más allá del mundo visible y de las cosas mortales.
Hay libros que hacen siervos como los antiguos tiranos, y libros que liberan como los guerreros de la grande historia del mundo.
En fin, hay libros y personas con quienes nos provoca estar en contacto durante la vida, pues siempre nos atraen y enriquecen. Otros hay admisibles apenas breves momentos. Hay libros que colman de caudales a quien los lee, como un gran señor que distribuye sus dádivas mejores, en tanto que otros hacen míseros y viles a quienes los guardan. No faltan libros insustanciales y tontos. Pero, por fortuna, son muchos los que tienen para nosotros palabras de paz, de verdad, de ilusión y de ensueño.





Manuel José Forero: escritor, historiador y bibliógrafo colombiano, nacido en Bogotá en 1902. Miembro de las Academias Colombiana de Letras y de Historia. Desempeño durante más de veinte años el cargo de Director del Departamento de Catalogación y Clasificación de la Biblioteca Nacional de Colombia. El texto que antecede fue extraído y condensado de El mundo de los libros : páginas sobre el libro, el escritor, la imprenta, la lectura, la biblioteca, el bibliotecario, el bibliófilo y el librero / sel. prol. y notas por Domingo Buonocore. -- Santa Fé : Librería y editorial Castellvi, 1955.

La imagen que acompaña al texto, se denomina "Vision of Quixote" de Octavio Ocampo (Celaya, México, 1943) es uno de los artistas relacionados con las ilusiones ópticas más populares. Sus trabajos, en los que yuxtapone de forma magistral distintas imágenes en una sola, son tan elaborados como sorprendentes.

(fuente: http://bibliolalia.webcindario.com/)

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