Cambio climático y patrimonio cultural

Marielle Richon, responsable de relaciones con las universidades del Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO declaró en el marco de un seminario realizado en la Universidad Politécnica de Valencia que:"En el futuro van a cambiar las condiciones climáticas de muchos lugares que son patrimonio de la humanidad. Sucesos como inundaciones y otros desastres naturales impactarán tremendamente, no sólo en el medio físico, sino también en la cultura de las personas que los habitan" (...)"entre las muchas amenazas que afectan al patrimonio cultural y natural no sólo se encuentran las catástrofes naturales, sino también acciones humanas como la construcción de edificios de gran altura que modifican el paisaje, la presión urbana o el turismo, el cual, si no está regulado, puede llegar a ser muy destructivo".Simultáneamente, en este otro lado del mundo que es nuestra América se propone un “Decálogo de defensa del patrimonio cultural y natural” Efectivamente, autoridades del Cusco y otras grupos de esa ciudad proponen diez reglas para la protección de su patrimonio que, con las adaptaciones del caso, bien podrían ser una respuesta a las preocupaciones expresadas por la funcionaria del organismo internacional:"I. Se afirma su calidad de patrimonio y que no se hable de ruinas.II. Son bienes de nuestra civilización andino-amazónica, no obras de extraterrestres.III. Los bienes del patrimonio cultural (muebles e inmuebles) tienen la protección de la Nación y no son privatizables.IV. Su reconocimiento para la autoestima nacional y regional es el principal uso público de los patrimonios.V. La norma de afirmación de la autenticidad de los patrimonios culturales, señalados en los convenios con la Unesco, debe ser asumida como norma regional y municipal por todos los gobiernos regionales y municipales, rechazando los que pretenden desconocer el mandato constitucional.VI. Debe establecerse los cursos de patrimonio cultural-natural en las escuelas y universidades, empezando con las iniciativas de municipios y regiones.VII. Debe implementarse los planes maestros vigentes y sus respectivos planes de uso público (Santuario Histórico de Machu Picchu, Centro Histórico del Cusco, Sacsayhuamán, Ollantaytambo, Raqchi, Písac, Pikillaqta, Chinchero, Vilcabamba, Choqequirao), como procesos permanentes en el tiempo, con iniciativas de tutela cultural desde el gobierno regional y las municipalidades, así como de participación en especial de comunidades campesinas, poblaciones y universidades.VIII. Debe avanzarse las iniciativas para construir la Red de Parques Arqueológicos del Cusco y sus respectivos circuitos turísticos sostenibles desde los gobiernos locales y la sociedad civil, como uno de los ejes culturales del desarrollo regional.IX. En las escuelas, universidades, comunidades campesinas, barrios, centros de trabajo deben formarse comisiones de vigilantes del patrimonio cultural para cuidarlo y, al mismo tiempo, denunciar y enfrentar cualquier intento de depredarlo y privatizarlo.X. Se promueve el uso público del turismo sostenible y el respeto de gestión de los visitantes de todo el mundo, y se enfrenta al turismo depredador, excluyente, discriminador y que destruye el patrimonio cultural."En el fondo de la cuestión está una de las claves más profundas de cualquier cultura ¿Cómo concebimos nuestra relación con el nicho ecológico que habitamos?Los pueblos originarios americanos – mapuches, kollas o guaraníes por caso – se consideraban a sí mismos como parte de la naturaleza y no sus dominadores.Occidente construyó su cultura sobre una base diferente: el hombre puede dominar la naturaleza.La conservación del patrimonio natural se ve diferente desde una u otra concepción y los resultados – cambio climático – están cada vez más a la vista.Desde este punto de vista podríamos pensar al patrimonio cultural como patrimonio natural culturizado y acumulado por generaciones.Así es más simple comprender porque los cuzqueños proponen borrar el concepto de “ruinas” como primer mandato de su decálogo. El patrimonio cultural no es otra cosa que capital comunitario acumulado en el tiempo y el espacio.Es mucho lo que la técnica puede hacer – y debe – por la conservación del nicho ecológico que habitamos culturizándolo. Pero la tarea central que nos corresponde desde la gestión cultural es promover valores culturales respetuosos de nuestros entornos geoculturales. El riesgo contrario no es el daño al patrimonio natural y cultural sino la desaparición de nuestra especie.

Fernando de Sá Souza


Enlaces de Interés:Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural 1972


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