Romanticismo y Lord Byron


"El mejor profeta del futuro es el pasado."
Londres el 22 de enero de 1788
Missolonghi el
19 de abril de 1824
poeta inglés, uno de los escritores más versátiles e importantes del romanticismo. Mucha de su poesía denota el estilo de la época, contando historias largas con paisajes mediterráneos que hoy en día no calzan con el gusto común. Pero también hay poemas aislados, ajenos a todo costumbrismo, en los que es posible palpar su exquisito lirismo. Esos poemas, y la libertad y voluntad con que vivió su vida (más que los hechos que en ella hubo) son los que hacen a muchos tenerlo en un cierto pedestal.

Biografía

Estudió en el colegio de Harrow y la Universidad de Cambridge. En 1798, al morir su tío abuelo William, quinto barón Byron, heredó el título y las propiedades.
En 1807 se publicó su libro de poemas Horas de ocio. En
1809 ocupó un escaño en la Cámara de los Lores y emprendió un viaje de dos años por España, Portugal y Grecia.
La publicación en
1812 de los dos primeros cantos de Childe Harold, poema que narra sus viajes por Europa, le llevó a la fama. En 1815, año en que publicó Melodías hebreas, se casó con Anna Isabella Milbanke, que tras dar a luz a la única hija legítima del poeta, Augusta Ada, le abandonó. En 1816 se separó de su esposa. Los rumores sobre sus relaciones incestuosas con su hermanastra Augusta y las dudas sobre su cordura provocaron su ostracismo social. Amargado profundamente, Byron abandonó Inglaterra en 1816 y nunca volvió.
En la España absolutista de
Fernando VII y en una América hispana que luchaba por su emancipación, la vida y obra de Byron tuvieron una gran influencia y sirvieron de inspiración a los poetas del romanticismo.
Obra literaria
Childe Harold.
El sitio de Corinto (1816)
Manfred (1817)
NO VOLVEREMOS A VAGAR

Así es, no volveremos a vagar
Tan tarde en la noche,
Aunque el corazón siga amando
Y la luna conserve el mismo brillo.

Pues la espada gasta su vaina,
Y el alma desgasta el pecho,
Y el corazón debe detenerse a respirar,
Y aún el amor debe descansar.

Aunque la noche fue hecha para amar,
Y demasiado pronto vuelven los días,
Aún así no volveremos a vagar
A la luz de la luna.

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