"Amor en la biblioteca"



Estamos en época de vacaciones, y por causas que ya todos conocemos, tenemos que cuidarnos y cuidar a los nuestros para no enfermarnos...
La Fundación Leer, sugiere algunas actividades para desarrollar en familia, como por ej. LEER, JUGAR, APRENDER e INVESTIGAR, visitando bibliotecas y librerías, como así también navegar en sitios webs con información, materiales y propuestas para los peques de la casa.
Les recomendamos visitar el blog de la Fundación y otras páginas amigas como la de Fernando de Vedia, Revista Imaginaria, Luis Pescetti, Colorín colorado, Leeme un cuento y El huevo de Chocolate



Y compartimos con ustedes, esta poesía super dulce y romántica escrita por una reconocida autora, Liliana Cinetto.



Amor en la biblioteca
Cuentan que cuentan
que había una vez
una princesa que vivía
en un estante de una vieja biblioteca.
Su casa era un cuento de hadas,
que casi nadie leía,
estaba entre un diccionario
y un libro de poesías.
Solamente algunos chicos
acariciaban sus páginas
y visitaban a veces
su palacio de palabras.
Desde la torre más alta,
suspiraba la princesa.
Lágrimas de tinta negra
deletreaban su tristeza.
Es que ella estaba aburrida
de vivir la misma historia
que de tanto repetir
se sabía de memoria:
una bruja la hechizaba
por envidiar su belleza
y el prícincipe la salvaba
para casarse con ella.
Cuentan que cuentan que un día,
justo en el último estante,
alguien encontró otro libro
que no había visto antes.
Al abrir con suavidad,
sus hojas amarillentas
salió un capitán pirata
que estaba en esa novela.
Asomada entre las páginas
la princesa lo miraba.
Él dibujó un sonrisa
sólo para saludarla.
Y tarareó la canción
que el mar le canta a la luna
y le regaló un collar
hecho de algas y espuma.
Sentado sobre un renglón,
el pirata, cada noche,
la esperaba en una esquina
del capítulo catorce.
Y la princesa subía
una escalera de sílabas
para encontrar al pirata
en la última repisa.
Así se quedaban juntos
hasta que salía el sol,
oyendo el murmullo
tibio del mar, en un caracol.
Cuentan que cuentan que en mayo
los dos se fueron un día
y dejaron en sus libros
varias páginas vacías.
Los personajes del libro
ofendidos protestaban:
"Las princesas de los cuentos
no se van con los piratas".
Pero ellos ya estaban lejos,
muy lejos, en alta mar
y escribían otra historia
conjugando el verbo amar.
El pirata y la princesa
aferrada al brazo de él
navegan por siete mares
en un barco de papel.

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