Pienso luego "Tuiteo"



Según el reportaje de Antonio Fraguas (La filosofía del "pienso, luego 'tuiteo"'), Twitter, la red social que permite escribir mensajes o pensamientos que no sobrepasen los 14o caracteres, ha revivido y renovado el interés y la práctica del pensamiento breve y del aforismo, géneros literario-filosóficos que representan con ejemplaridad lo fragmentario de nuestro mundo y nuestras vidas. Así que no es extraño que se cultive diariamente este género o que se posteen en ese micro blog que es el Twitter aforismos de distintos maestros del género: Wilde, Lichtenberg, Cioran, Nietzsche, Montaigne (¿por qué no?), etc.




Escribe Antonio Fraguas:




"He construido castillos en el aire tan hermosos que me conformo con sus ruinas", escribió Jules Renard en 1890. Una frase de apenas 80 caracteres que cabría de maravilla en un mensaje de la red social Twitter. El límite de 140 matrices que fija este popular servicio de mensajería pública e instantánea en Internet, en el que cada día se vuelcan 65 millones de textos (tuits, en la jerga), ha insuflado nueva vida a un género filosófico y literario de larga tradición, el aforismo, y también a otras formas de pensamiento breve.




Si, como sostiene Nicholas Carr en su obra Superficiales (Taurus), Internet causa que la "lectura profunda" se convierta en un esfuerzo, los aforismos parecen la vía ideal para alcanzar honduras filosóficas sin quemarse las pestañas.





Un síntoma de este renacer: Samuel Johnson murió en 1784 pero tiene más de 30.000 seguidores en esa red social (twitter.com/drsamueljohnson). El interés que suscitan sus tuits ha llevado a que se reedite en Reino Unido un libro con sus máximas.





"Este fenómeno contribuye a despejar el malentendido de que hay que elegir entre las tradiciones del pasado o los formatos del presente. Es una señal más de que las nuevas tecnologías no solo son un instrumento de amnesia. Es dignísimo que aforismos clásicos se cuelguen en Twitter", afirma Andrés Neuman, novelista, autor del volumen de aforismos El equilibrista (Acantilado) y dueño del blog Microrréplicas (http://andresneuman.blogspot.com), donde publica razonamientos breves.





Anthony Gottlieb, historiador de las ideas, escribía hace poco en The New York Times sobre la figura del filósofo Michel de Montaigne como precursor de los blogueros que exhiben sus ejercicios de introspección en forma de ciberdiarios. También Twitter y Facebook funcionan como una plaza donde los usuarios trabajan su identidad escribiendo en primera persona, como el pensador bordelés del siglo XVII...

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