ANTES DEL MULTIMEDIA

Allá por 1998, en la sección Rinconete del Centro Virtual Cervantes, empecé a publicar una serie de breves colaboraciones agrupadas bajo el lema “Antes del multimedia”. Los articulos reflexionaban sobre los recursos que habían desplegado las publicaciones en papel antes, mucho antes de que aparecieran los libros electrónicos y, con sus nuevas posibilidades, los libros aumentados, enriquecidos o enjaezados. Por aquel entonces la tentación que acechaba a los editores de CD-ROMS era que los libros hicieran cosas, cantaran, se movieran… Veo con preocupación cómo la actual avalancha de apps para móviles avanzados e iPads lleva a los editores a idéntica trampa. ¿Para qué, con la de cosas que han hecho siempre los libros?

Este revival de los excesos multimedia (que ya en su época fue definido en dos pinceladas como “la solución para un problema que nadie tiene”), me ha hecho volver sobre aquella serie y, una docena de años después, republicar piezas de entonces, modificadas en lo que haga falta y tal vez (tiemblo al decirlo) aumentadas, enriquecidas o enjaezadas, y crear otras nuevas.

La primera, y lejana, entrega estaba encabezada por esta reflexión:


¿Cómo se las arreglaba la gente antes del advenimiento de todas estas técnicas o tecnologías que tanto nos ayudan? Pues había de todo.

Por ejemplo…

En El Averiguador Universal (preciosa revista de la que ya hemos hablado) del 15 de enero de 1880 leo que un investigador alemán, un tal Bechstein, había transcrito el canto del ruiseñor del siguiente modo. (La revista advierte que “es preciso pronunciar silbando los sonidos indicados por las letras”):

Tiou, tiou, tiou, tiou,
Shpe tiou tokua,Tio tio tio tio,
Kuutiu, kuutiu, kuutiu, kuutiu,
Tskuo, tskuo, tskuo, tskuo
Tsii, tsii, tsii, tsii, tsii, tsii, tsii
Kuoror tiu, tskua pipitskuisi
Tso, tso, tso, tso, tso, tso, tso, tso, tso, tso, tso, tso, tsirrhading!
Tsisi si tosi si si si si si si si,
Tsorre tsorre, tsorre, tsorrehi,
Tsatn, tsatn, tsatn, tsatn, tsatn, tsatn, tsatn, tsi
Dlo dlo dlo dlo dlo dlo dlo dlo dlo
Kuioo trrrrrrrritzt

Como complemento de este apasionante documento de la era pre-fonográfica, escúchese arriba el canto de un rusieñor, y compárese.


Advertencia: el ruiseñor grabado en Youtube en modo alguno puede ser el mismo que el registrado por Bechstein la friolera de 130 años atrás. Es posible que no sea ni siquiera de la misma especie. Y, por último, siempre cabe la posibilidad de que ambos, el ruiseñor grabado y el transcrito, estén hablando de cosas diferentes…



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