El riesgo de las deformaciones. Entrevista con Beatriz Ferro
—A mí me interesa mucho la gráfica y todo lo que hago está relacionado con la ilustración. Fundamentalmente tengo una forma de pensamiento en imágenes, que me lleva a ver o imaginar la ilustración al mismo tiempo que voy elucubrando una trama o jugando con las palabras. Asocio inclusive el “componer literariamente” con una estructura musical.
—Cuál de tus libros te gusta más?
—Me gusta mucho Un libro juntos (1), que es un libro de lectura para 4º grado. Me gustó mucho hacer El Quillet de los niños (2) y me gusta mucho el que va a a salir pronto por Atlántida llamado El tapado enfermo (3), que es un libro para jugar al teatro, ilustrado por Clara Urquijo.
—¿Por qué creés que Un libro juntos es diferente a otros?
—Porque cada una de las lecturas es totalmente abierta. Hace trabajar mucho a las maestras y a los chicos. En su momento fue el único que tenía referencia a la ecología (tres lecturas). Por otra parte, no es un libro escrito desde la Capital hacia el interior, sino que valoriza el interior y sobre todo las raíces americanas. También hay un cuestionamiento a todo mensaje publicitario interesado y a la literatura sensacionalista.
—¿Considerás que a la Argentina le falta mucho en literatura infantil?
—Acá hay magníficos escritores, pero nos falta estar más abiertos. Recibir más del exterior y hacernos conocer. Nos falta también una buena gráfica, es decir la mediatización. Es que la literatura infantil sigue siendo desprestigiada como hace veinte años. Aparentemente no, ya que se realizan congresos y seminarios, pero se siguen imprimiendo libros como si se tratara de un género menor… total es para los chicos…
Y no es porque el libro pueda resultar caro. Hace tiempo que tengo la idea de hacer un libro pobre (no peyorativamente), pero un gran libro pobre, utilizando todos los recursos de la gráfica, pero de la gráfica creativa. Y allí se podría comprobar que un libro pobre puede ser un gran libro para los chicos.
—¿Qué es lo que considerás dañino o perjudicial en la literatura para los chicos?
—La castración que le puede causar un texto deformante. Está mal lo que no los movilice internamente. A nivel temático puede dañarlos la moralina, el terror, privilegiar valores de la sociedad de consumo, y utilizar la literatura para otros fines que no sean los propios. Creo que no hay seres tan perjudicados como los chicos, porque para los adultos no se escriben cosas tan malas como para los chicos. La subestimación de ese período llamado infancia es terrible.
—¿Cuál es el libro que publicás en Milán y en Londres?
—Se llama Por ejemplo un paraguas (4). El libro es un juego. Es alejarse de un objeto, irse, delirar y al final volver al objeto, enriquecido por el delirio. Y lo lindo es que el lector, puede después inventar qué más puede ser también un paraguas. Sale en Emme Editini de Milán y en Dents en Londres.
—¿Vos creés que las historietas vuelven perezosos a los chicos para abordar un libro?
—No. Yo creo que los libros malos los hacen perezosos…
Notas de Imaginaria
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