"La clase de griego" de Han Kang - Espacio de Lectura
La clase de griego es una novela de 2011 de la escritora surcoreana Han Kang, Premio Nobel de Literatura 2024. Publicado originalmente en Corea del Sur el 10 de noviembre de 2011, en 2023 el libro fue publicado en español por la editorial Random House, traducido por Sunme Yoon.
Argumento
Una mujer joven, recientemente muda, comienza a tomar clases de griego antiguo en un esfuerzo por recuperar el lenguaje de alguna manera. Su profesor, que poco a poco se está quedando ciego, se va acercando cada vez más a ella a medida que transcurren las clases. A medida que se conectan más íntimamente, exploran juntos sus dolores y tensiones internas.
Proceso creativo
La clase de griego es la sexta novela de Han Kang. Ella ha confesado que su inspiración fue un bloqueo creativo que experimentó con anterioridad, que pudo superar leyendo a Borges: «Después de este periodo de bloqueo, pude completar mi cuarta novela y, de manera natural, surgió en mi mente la protagonista de la siguiente novela, una mujer que había perdido la capacidad de hablar. También el protagonista masculino que lee a Borges»
Comentarios sobre la novela
La protagonista de La clase de griego sufre, al momento en que inicia la novela, de una afasia temporal, malestar que había padecido en su adolescencia y que se curó cuando vio escrita en el pizarrón la palabra bibliothèque mientras tomaba una clase de francés. Ella recurre al griego antiguo para intentar sanarse nuevamente. “Si hubiera habido un curso de algún otro idioma que usara una escritura todavía más exótica que el griego, como birmano o sánscrito, se habría matriculado sin el menor titubeo.”
Sueña palabras, como la divinidad platónica: ella soñó con una palabra única que sintetizaba todas las lenguas. “Fue una pesadilla tan vívida que se despertó con la espalda empapada en sudor”. Se trataba de una palabra sólidamente comprimida por una densidad y una fuerza gravitatoria descomunales. En el instante en que alguien la pronunciara, esa lengua explotaría y se expandiría como la materia de los tiempos primigenios […]. Apretando los dientes al acordarse de esa sensación gélida y escalofriante, ella escribe: διεφθάρθαι.
La palabra que anota es “morir”
El protagonista es un profesor de griego que está a punto de quedarse ciego. Cuando era joven, “pero no tan joven como para aprender a la perfección el alemán”, su familia se mudó a Alemania y ahí, cursando el gymnasium, aprendió griego: “no tenía nada de especial que un chico asiático fuera bueno en matemáticas, pero el griego era diferente, puesto que mis compañeros que eran buenos en latín se desesperaban con el griego”.
Los personajes secundarios —el hijo de la protagonista y el primer amor del profesor de griego— están separados de los principales por actos de violencia física —a veces llevados a cabo por terceros, a veces por ellos mismos— o psicológica, cometidos en el pasado o que están a punto de consumarse en el presente de la diégesis.
EL GRAN PERSONAJE
Hay, además, un tercer protagonista, con una presencia en la novela incluso mayor que la de las voces de los personajes: el lenguaje. (LA PERDIDA DEL LENGUAJE, EL ESTUDIO DE UNA LENGUA CLASICA, LA RECLAMACION DEL LENGUAJE, LA COMUNICACIÓN CON LETRAS O SIGNOS O GESTOS) se convierte en un vehículo en la búsqueda de conexión.-
Análisis
La estrategia diegética diseñada por Han Kang es efectiva y sutil: la historia de la protagonista se narra en tercera persona, aparentando un distanciamiento que se desvanece cuando, como lectores, tenemos acceso a los pensamientos inefables de la protagonista, a sus recuerdos, a las citas textuales de sus composiciones en griego antiguo y a sus reflexiones sobre la gramática de la lengua. Por otro lado, la historia del protagonista se narra de forma epistolar, con cartas dirigidas a su hermana. El diálogo con el presente de la protagonista y el respectivo con el pasado del profesor de griego, dan paso, en las páginas finales, a una conversación entre los dos personajes, en tiempo presente. La novela termina con un monólogo, con un poema.
El desenlace de "La clase de griego" es poético y ambiguo, donde la protagonista, una mujer muda, y el profesor, que pierde la vista, encuentran una forma de comunicarse y entenderse en un espacio íntimo y propio, marcado por el tacto y un lenguaje en primera persona. A pesar de la tristeza y el tono susurrado del libro, el final es esperanzador al defender la posibilidad de conexión y comunicación a través del lenguaje, incluso en la adversidad
DESPACIO, YENDO Y VINIENDO EN LA LECTURA, BUSCANDO INFORMACIÓN SOBRE COREA, LA EPOCA, LA AUTORA, HACIENDO LECTURAS PARALELAS SOBRE BORGES Y PLATON PARA PODER EXPLICAR LAS INTERVENCIONES SUGERIDAS, VOLVIENDO A KAFKA, ANALIZAR LAS INSCRIPCIONES EN LA TUMBA DE BORGES, ASÍ TRANSITAMOS LA LECTURA DE ESTA NOVELA DE LA PREMIO NOBEL DE LITERATURA EN EL AÑO 2024.-
LLEGAMOS A LA SIGUIENTE Reflexión sobre la existencia: La novela plantea una profunda reflexión sobre el lenguaje, la pérdida y la forma en que los traumas del pasado pueden moldear una persona, y cómo el lenguaje puede ser un camino hacia la sanación y la conexión. Y ante la última pregunta que se planteó el martes si mereció ser leído valen las siguientes respuestas:
- Ana Antonini: Sí, por supuesto. Fundamentalmente por las reflexiones a que nos llevó el contenido aparentemente neutro. Nuestra profe supo muy bien extraer los sentidos hasta las últimas líneas. La novela tiene un final altamente optimista, los infortunios llevan a un encuentro afectivo muy profundo
- Patricia Puente: Si. Es un libro que mereció ser leído porque nos conectó con un ambiente Humano y cultural nuevo para nosotros. El lenguaje puede ser ineficaz o débil para expresar las emociones. Y si además se le suma los dolores y traumas vividos se torna absolutamente un instrumento inútil. Así el griego puede convertirse en una nueva herramienta para la recuperación del lenguaje, paradójicamente “una lengua muerta”. Pero este espacio de aprendizaje de una lengua distinta y nueva, se transforma en el ámbito propicio para la búsqueda de una conexión nueva para ambos protagonistas, esto es el sentido del tacto. Salir del laberinto de las limitaciones físicas o psíquicas es posible a través de la magia del “encuentro” entre dos almas.
- Leticia Bottega: Personalmente fue muy buena idea leer este libro de forma compartida. Los comentarios y aportes de cada una de las integrantes del grupo hicieron muy rica la lectura y el contenido de la novela. Sí, merecía ser leído. En mi caso ésta fue la segunda lectura. Si bien, la primera, en soledad, me ayudó, en la segunda lectura compartida pude disfrutar de cada capítulo, de cada mensaje de los protagonistas. En cuanto al final, en ambas lecturas quedé muy contenta, porque se produjo un encuentro. Es optimista.-
- Ana Aldaz: Sí, absolutamente, invita a la reflexión profunda a la vez que se disfruta del lenguaje. Me pareció profundo, humano, poético. Un hermoso encuentro de dos seres humanos con profundas carencias que trasciende el lenguaje oral.
- Susana Guembe: “La clase de griego” me aportó intensas reflexiones y conocimiento de culturas orientales. Las reflexiones serias, el valor de la comunicación, el encontrarse con otro individuo que puedas compartir tu historia. Los muros que aparecen cuando se sufren traumas y lo difícil que resulta derribarlos.- En este caso con las dificultades físicas de los sujetos parece que lograron una comunicación sanadora,
- Marita Neyertz: Sí, mereció ser leída. Empecé el libro con desagrado, no lograba meterme en el tema. Luego, a través del análisis, con la guía de Beatriz, y el aporte del grupo, logré entender el sentido de la autora. El modo de pensar, la relación entre los protagonistas y cómo juntos logran la superación.
- Eugenia Spata: Sí, Personalmente porque me conectó emocionalmente con planteos filosóficos, existenciales y con la belleza de la poesía. Igualmente por las perspectivas individuales compartidas me enriquecieron ya abrieron caminos a nuevas ideas. Hubo momentos en que sentí que estaba escuchando música, la más dulce y nostálgica. El final me parece optimista. Un final donde el encuentro en los dolores genera un cambio, y todo cambio es optimista.-
- Cristina Rodríguez: Sí, mereció ser leído, ya que había sido recomendado y su lectura se hacía necesaria en este taller de lectura. Motivaba mi curiosidad. Es un libro delicado y profundo, un viaje al interior. La fragilidad del cuerpo y tremendo peso del dolor. Tiene un final optimista ya que a través del tacto se logra la comunicación de dos almas sufrientes y en plena evolución.-
- Marcela Fortunato: Con respecto a la "Clase de Griego" leí la novela en el verano y no sentí nada. En esta segunda lectura con los análisis de la profesora Beatriz y los aportes de mis compañeras la entendí. Igual requiere una tercera lectura. Me gusta el lirismo de su prosa, los simbolismos, comparaciones, cambios de letra que le otorgan densidad a la obra. La autora trabaja varios planos de análisis filosóficos, religiosos, psicológicos y otros.- Hace trabajar, pensar al lector. A veces me confundía si hablaba él o ella y cuando ralentiza me distraía.- El final dio que hablar, es profundo y queda ahí, a la interpretación del lector.-

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